La libreria

Ha pasado casi un mes en el que he dejado de escribir reseñas sobre los personajes que he conocido .He tenido la oportunidad, después de casi un mes de dejar de escribir sin crear ninguna reseña sobre los personajes que he conocido.  Sin embargo, este tiempo de pausa pues lo he creído necesario,me ha permitido (en) leer durante las noches, pensar en mis días y descubrir que muchas veces a través de la literatura que entrego muchas veces en mis manos a personas que la necesitan más que yo. 

Por este motivo, decidí parar unas semanas, para tomar aire, mirar de nuevo y convencerme que ésto tiene un sentido.  Ahora vuelvo, tomando mis pequeños post- it, en la pared de mi habitación, donde han quedado las pequeñas historias anotadas de manera rápida antes de continuar mi siguiente jornada como librera.

Aprovecho esta ocasión para volver a hablar del término librero.  Este término ahora lo uso con más propiedad.  

Me preguntan:  - ¿A que te dedicas? y respondo con orgullo: - soy librera.  

La inmediata reacción de las personas es decirme - ¿Qué quiere decir?  Vendes libros... y yo aclaro : - Ser librero es saber que los libros necesitan a las personas de igual forma que las personas los necesitan.  Por eso, no soy una simple vendedora, detrás de un counter de dinero (porque a veces el dinero es escaso en las ventas del librero, por no decir muchas), y los libros no aparecen por un pequeño ascensor cuando la persona los nombra. Ser librero es saber escuchar un poco más allá del enunciado del libro, ser librero es saber que cada persona entra a la librería siempre por alguna razón más que la de llevarse un libro.  

Muchos llegan por el librero, pues sabe que él siempre estará ahí.

Describir la librería es una tarea difícil.  Creo que aún no estoy del todo preparada para enseñarle al lector este mágico lugar donde las cosas aparecen y desaparecen, sin embargo voy a
tomar el intento de hacerlo.

La mayoría de las personas que entran a la librería (Cuando se entra a la librería, la gente, en su mayoría, siempre) se siente asombrada bajo la intimidante (forma de la) disposición desordenada, pero coherente, en la que se encuentran los libros.  Hay frases de los libreros con los que trabajo que adoro, hoy oí de nuevo una muy familiar : - No se encontró, lo sentimos.-  Y es un hecho, eso pasa, los libros parecen a veces esconderse, como si fueran seres, pequeños duendes que cuando los solicitan y desean irse (a su casa) saltan a los ojos del librero y éste los ve y los lleva orgulloso a las manos del cliente.  Pero hay otros, que se esconden tan bien que se pierden (terminan perdidos) y luego de unas semanas, se oye como alguno de nosotros decimos en voz alta : -Dónde diablos estaba metido el libro del recalentamiento global, mírenlo apareció aquí.-
Por este motivo, es común escuchar: -Saben? en la librería hay algunos que dicen: - He escarbado, y he encontrado un par de joyas".
  
Lo bonito de ser librero, es saber que cada persona tiene sus propias inquietudes, miedos, traumas y recuerdos.  De esta forma  la mejor conversación se descubre cuando la sinceridad de asumir la preferencia por un tema o por un autor tiene respuesta en un librero atento, que al oír, puede dar una respuesta.  Sobre todo cuando se repite la frase de "no se encontró" el librero debe poder decir, -no se encontró, seguro es por algo, pero aquí hay otro que es mejor para usted."

El librero es un hombre feliz y ríe más seguido de lo que aparenta, porque sencillamente en ese universo con olor a libro, se respira cariño por cada pequeño detalle.  Y en la noche, el librero siente que hizo un buen trabajo.

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